Los hermanos sanos en la escuela
Los hermanos de un niño con cáncer suelen sentirse confundidos, asustados y angustiados tanto por su hermano como por la pena de sus padres y la de ellos mismos.
Cuando los padres dirigen toda su atención al niño enfermo, los hermanos pueden sentirse ignorados. Pueden manifestar culpa, rechazo, miedo, depresión y ansiedad. A veces reaccionan presentando problemas en el colegio o síntomas físicos, como dolor de estómago, enuresis o dolor de cabeza.
El hermano de un niño con cáncer es, a menudo, un niño olvidado. La familia está abrumada por la incertidumbre respecto del futuro de su hijo y por las demandas físicas de cuidar a un niño enfermo. Las necesidades emocionales del hermano sano pueden ser pasadas por alto por padres ansiosos y exhaustos.
Es importante que el niño sepa que puede solicitar ayuda y apoyo en la escuela. Los docentes entienden que los sentimientos se expresarán a través del comportamiento, una vez que sepan del estrés por el que está atravesando la familia.
Algunos hermanos pueden retraerse y volverse callados, molestar en clase, llorar fácilmente, tener crisis de nervios, mostrar frustración, presentar dificultades o retrasarse en el trabajo escolar, sacarse notas más bajas que lo usual, faltar al colegio, demostrar rebeldía frente a los profesores y maestros e inclusive provocar peleas y discusiones con amigos y otros chicos en la clase.
Deben estar alerta a las señales de ansiedad o depresión del niño sano (apatía, tristeza, hiperactividad, miedo, llanto, dolores corporales, dificultad para concentrarse, agresión). También son más probables los accidentes y un aumento o pérdida de peso.
El maestro puede brindar a estos niños apoyo y atención especial, entendiendo que sus padres están canalizando toda su energía en su hijo enfermo. Se puede aliviar lo que el niño sano está experimentando haciéndole saber que comprende que éste es un momento difícil y triste para él, y que el docente está cerca suyo para acompañarlo.
El docente deberá contar con información pertinente y autorizada respecto a los procesos de enfermedad y tratamiento del hermano enfermo, de los cambios y de otros detalles que la familia considere de importancia.