Cuidado del catéter
Un catéter es un tubo de caucho siliconado que se conecta a una vena gruesa (vena de gran flujo) y permite inyectar líquidos en la sangre por un largo tiempo a través de un reservorio implantado mediante una cirugía. Sirve para evitar los repetidos pinchazos en diferentes venas y facilita el tratamiento en los niños que deben recibir suero, alimentación por vena, medicamentos o transfusiones por períodos largos. También permite obtener muestras de sangre para análisis o para cultivo.
Con los catéteres se evitan inflamaciones y daños en la piel de los niños que necesitan realizar quimioterapia.
Cuidado
El catéter debe ser manipulado únicamente por personal de enfermería del lugar en el cual se realiza el tratamiento. Estos profesionales están especialmente entrenados para manipularlos. La habilitación y cierre del catéter se realiza mediante una técnica estéril y tanto el paciente como los padres, deben colaborar en dicho proceso.
Es importante no dejar que otras personas manipulen el catéter y seguir estrictamente las indicaciones de la enfermera autorizada.
Se recomienda también:
- No tocar la zona de colocación de la aguja.
- Si la curación se despega, avisar al personal de enfermería.
- No dormir boca abajo.
- Siempre mantener cerca el pie de suero. No dejar que las tubuladuras se enreden a fin de evitar tirones en las conexiones.
- Si el suero se vació o está por vaciarse, o si hay sangre en las tubuladuras, avisar al personal de Enfermería.
En los intervalos de tiempo en que no será utilizado el catéter, éste debe permanecer con una solución anticoagulante (sello de heparina) para evitar que el sistema se tape.
Inmediatamente después de que el catéter ha sido utilizado para el tratamiento, se le debe introducir la solución anticoagulante para limpiarlo. A este procedimiento de limpieza se lo llama "service".
Aunque el catéter no vaya a ser utilizado por un largo tiempo, el service se le deberá seguir haciendo periódicamente.