Efectos de la Radioterapia

Existen efectos secundarios agudos producidos por la radioterapia, que son molestias que el paciente puede llegar a sentir durante el tratamiento como cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, caída de pelo, dermatitis y febrícula (es una fiebre ligera que suele ser de larga duración, pero sin superar los 38°c). Las mismas desaparecen una vez finalizado el tratamiento.

Cansancio

El niño puede sentirse muy cansado durante la radioterapia y por algunas semanas posteriores. Recuperar el nivel normal de energía puede tomar varios meses una vez terminado el tratamiento.

Efectos en el sistema digestivo

El niño puede perder el apetito. Puede ayudar ingerir pequeños refrigerios o comidas frecuentes durante el día, en vez de comidas abundantes. Algunos niños pueden sentir náuseas y tener vómitos. El médico puede prescribir algo para esto.

Efectos en la médula ósea

La radioterapia aplicada en algunas partes del cuerpo puede afectar la médula ósea, que produce diferentes tipos de células. Si esto afecta al niño, se realizarán estudios de sangre durante el tratamiento para revisar el nivel de células en la sangre. Si el nivel es bajo, pueden sentirse cansados o apáticos. El equipo médico evaluará si esto es problemático. Algunos niños pueden necesitar una transfusión.

Efectos en la piel

Algunos niños desarrollan reacciones en la piel similares a las quemaduras de sol mientras están en radioterapia. Esto puede ocurrir luego de 3-4 semanas de tratamiento. Los niños que tienen la piel muy pálida pueden experimentar un enrojecimiento de la misma, lo que suele doler y picar. En aquellos con piel oscura, la piel puede tornarse  más oscura.

El alcance de la reacción depende de la zona tratada y el tipo de piel del niño. Algunos niños no tienen problema con esto. Los técnicos en radioterapia estarán pendientes de estas reacciones y le aconsejarán sobre el cuidado de la piel. En ocasiones se indicarán cremas para aplicar en la zona afectada.